"Resacón en Las Vegas": cine sin prejuicios

Está muy bien creer que toda película por el mero hecho de ser película ya es arte, no es menos cierto, pero hay que tener en cuenta que el arte muchas veces también alberga la función de entretener. Por eso hay muchas películas que sin ser grandes experimentos visuales o espectaculares y dramáticas obras narrativas consiguen hacernos pasar un buen rato. Con la comedia muchas veces pasa esto, aunque hay grandes clásicos como "El apartamento" que alcanzan la categoría de obras maestras. "Resacón en Las Vegas es una película que merece ser vista sin prejuicios, sabiendo de antemano que estamos ante una comedia estúpida, como quien sabe de antemano que va a ver una peli porno y no le pide peras al olmo.



Ante todo, "Resacón en Las Vegas", ha sabido tocar las teclas del éxito, al menos en taquilla, lo que provoca que muchos no quedemos pensando; era tan sencillo como eso, así la mezcla mágica sería más o menos esta: cuatro tipos jóvenes (un guaperas lógico, un calzonazos, un tarado con pocas neuronas y líneas de diálogo absurdas y un colega desaparecido. Añadase una ciudad no exenta de diversión, una resaca mortal (las resacas siempre son salvajes y graciosas, vease "Fear and loathing in Las Vegas") una rubia cañón (Heather Graham) y una banda de extras que incluye a un chino excéntrico, unos policias desquiciados y un famoso, Mike Tyson.



Y esta mezcla sin embargo, sigue sonándonos conocida, repetitiva, y no andamos equivocados, porque con contados matices es el mismo esquema que "Road Trip" o "Colega donde está mi coche", es más, el director de "Resacón en Las Vegas", Todd Philips, es el mismo que el de "Road Trip", y en muchas fases del film son parecidas. Y las dos películas antes mencionadas son clásicos de la comedia juvenil.

Con todo esto conseguimos crear una comedia resultona, manteniendo siempre un nivel de humor muy elevado, basado en las situaciones ridículas, chistes políticamente incorrectos y gags de golpes. Todo ello sin necesidad de crear una historia profunda o con sentido, ni tampoco veremos mucha evolución en los personajes. Pero les cojeremos cariño, porque son tan patéticos y tan reales que haces tuya su causa. A esto hay que añadir las clásicas referencias a otras películas y a la cultura popular con especial atención a los homenajes a "Rain Man" y "Casino".


Especial atención requiere el personaje de Alan, un suculento papel muy bien formado dentro del guión de la historia, recreando y homenajeando a los míticos estúpidos-inteligentes de "Dos tontos muy tontos", aunque con la dosis de salvajismo e irreverencia que toca a esta película.

Comentarios

Jack ha dicho que…
Si la película cumple con la función de hacer reir al público, pues vale. Pero siempre que no se considere estúpido al público una película puede tener todas las estupideces que quiera. Charles Chaplin era un maestro en eso.
El orejas ha dicho que…
Mezcla el humor para todo el mundo, simple, fácil y estupuido, y la cultura popular que es más difícil de comprender.

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