Slumdog Millionaire: puertas abiertas en los Oscar
La misma historia de siempre es sorpresiva
Slumdog Millionaire es un joya gracias a su humildad. Pasará a la historia del cine por saber contar la misma historia de siempre pero, a pesar de ello, ser capaz de cautivar nuestra atención.
La magia de esta película reside en la narración: mediante flashbacks, el protagonista va recordando momentos de su vida que le ayudan a responder a cada una de las preguntas del juego ¿Quién quiere ser millonario? Siendo sincero, está fórmula suele dar muy buen resultado; recuerdo algunas películas como, por ejemplo: "Cosas insignificantes"(que vi en el Festival de Cine de San Sebastián, este año) en la que cada objeto tenía una historia detrás.
La historia cuenta también la evolución de tres personajes: Jamal Malik, que es quien participa en el concurso; su hermano Salim y el personaje femenino Latika. Juntos experimentan la niñez, la juventud y la madurez. Cada etapa tiene un trío de actores diferentes, lo que consigue reforzar la evolución. En cada paso se les plantean severos obstáculos que deben superar. Así, aprenden los conocimientos que luego el protagonista usa para ganar el premio.
La película está sembrada de crítica social: el dinero es secundario y lo único que importa, que da sentido a la persona es el amor (el amor destinado, escrito = no libertad humana). Los personajes negativos (sí, también hay maniqueísmo) se reunen en torno al dinero y al poder. No evolucionan y se pudren. En ese aspecto, tampoco lo hacen los positivos, los buenos; que huyen de ese ambiente. La fotografía y los escenarios ayudan a identificar esta crítica: las luces del concurso, creadas para seducir al espectador, también ocultan su cara negativa. Los barrios más pobres de las grandes ciudades toman el protagonismo y reflejan la hipocresia con la que está creciendo la India: torres de oficinas pagadas con el dinero de las mafias y que entierran el origen humilde de los ciudadanos.
La característica que consigue hacer más creíble la historia, y hacerla más natural, es que los actores son debutantes y oriundos de la India -excepto el protagonista, Dev Patel, que trabajó en una serie de televisión y es inglés, pero da el pego-. Así, por ejemplo, la actriz protagonista, Freida Pinto, es de Bombay. El futuro que puede deparar a estos intérpretes es bastante prometedor: Dev Patel ya tiene un proyecto con el señor Shyamalan (director de "El sexto sentido",1999).
Por último, quiero decir que, aunque esté nominado a 10 premios de la Academia de Hollywood la competencia apunta alto. El señor Danny Boyle, director aclamado por su película "Trainspotting" (1996), es muy probable que pierda el Oscar en la categoría de banda sonora frente a Wall-E; pero, con este film, seguro que derrite muchas sensibilidades entre los académicos.
P.S. nota crítica del redactor: en la versión que yo he visto (y creo que ocurre en todas las internacionales), hay una incongruencia entre los idiomas que se hablan en la película. Primero, en el concurso, hablan en inglés: ¿por qué?. Segundo, los protagonistas, cuando les viene en gana hablan en inglés o en uno de los miles de dialectos (con periodo) que hay en la India. Siguen una arbitrariedad que a mí me ha vuelto loco. Cuando la estrenen en España me imagino que no habrá problemas porque nosotros tendremos la voz de Costantino Romero o Verónica Forqué.
Un saludo. La redacción de Cinemascope35
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